Se queja un «pato», pero no cualquier pato

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AMIGOS DE ESA GLORIOSA VILLA MACUL

Perdón si el titulo puede parecer un poco lacónico, pero debo manifestar, quizás con algo de pena y dolor -y en esto coincido con mi amigo Raúl Urrutia- en el sentido de que esta fiesta de aniversario, que prometía mucho, se ha desinflado un poco. He sido testigo de un notorio desinterés, hecho que me tocó presenciar el viernes recién pasado, fecha en que estábamos citados a una reunión, ante lo cual debo manifestar mi pesar, por cuanto sólo concurrimos tres personas. Siendo el único acompañante, infaltable en este tiempo, un gran frío que nos tomamos y donde, por supuesto, la reflexión no fue más que lamentar el débil entusiasmo. O tal vez, más gráfico aún, el poco compromiso. Mismo que muchas veces eludimos refugiándonos en el costo diario, después de una jornada de trabajo que, sin duda, nos provoca muchas veces una lata tener que alargarla. Y no nos detenemos a pensar que seremos nosotros mismos los beneficiados con esta idea que partió con tanto entusiasmo, pero veo que esa sensación se ha dormido. Aún así, no debemos dejar de considerar que habemos algunos que todavía confiamos en esta iniciativa.
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Llamo a la reflexión y al compromiso. No olvidemos que cincuenta años son sólo una vez.

Un villano de corazón
PATRICIO GALVEZ QUINTANA