martes, 28 de agosto de 2007

EDITORIAL, by Dann Vega

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Bueno, no es un «editorial» propiamente tal. Es sólo que he querido ingresar un artículo de mi propia cuenta.

El caso es que, por estar en medio de este «cruce de caminos» que es la Internet, me encuentro en una situación privilegiada para formarme una idea global de todo lo que está pasando en relación a nuestras actividades. Debido a esto, he estado en contacto «epistolar» (por decirlo de algún modo) con muchas personas. Sin ánimo de desmerecer a nadie, creo que una de las personas –sino la que más- imbuida de esta especie de fuerza motivadora, en relación a lo que estamos haciendo, es Norma Jandle.

En el sitio web, que he dedicado por entero a la Villa Macul, creé una página, a la cual llamé: «Usted lo ha dicho». En ella recojo frases extraídas de todos los artículos publicados en el blog. Fue para mi muy conmovedor hacer ese trabajo. Creo, modestamente, que ha sido una buena idea.

Ahora quiero compartir con ustedes un par de párrafos que extraje de mi correspondencia personal con Norma. Consideren que lleva años viviendo en California, U.S.A. Ella no sabe que publicaré esto. Espero que no se moleste.

…gracias a nuestros padres que nos dieron el honor de poder decir: «vivimos en la Villa Macul». Somos pocas las personas que podemos decirlo. Y cuando lo hacemos, es un orgullo decirlo. No hay otra Villa Macul. Fue la primera... y la última. A todos ustedes -los «villanos»- desde la distancia…, que Dios los Bendiga.

Me levanto en las mañanas y veo la cordillera y el sol. Al atardecer, lo veo en el horizonte caer. Miro al norte, veo las luces brillar. Al medio de toda esta hermosura, me encuentro yo.

¿Quien soy…? Soy… de la Villa Macul.

Además, debo agregar de mi cuenta, algo que recuerdo de nuestra muy extensa conversación, a través del computador, vía Internet, hace un par de días. En un momento, Norma dijo: «Hay muchos chilenos en los EE.UU. (y en otros países). La mayoría viene de Providencia o de Viña del Mar (al menos, eso es lo que dicen). Ciertamente, es todo un orgullo poder decir: yo soy chileno. Pero -para mi- es mayor orgullo poder decir: soy de la Villa Macul».

¿Qué les puedo decir, queridos vecinos y amigos? Esta mujer me conmueve cada vez que habla así. Y mucho me temo que, también ustedes, sienten igual que yo.

Queridos amigos, disculpen que me haya tomado esta libertad. Quería compartir esto con ustedes.

Gracias una vez más Norma Jandle.

Daniel Vega G.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los amigos, nunca dejan de sorprender, ¡por lo maravillosos que son! ¡Así, nunca te sientes sola!
Tu amiga